Crónica de una visita al servicio técnico de Telcel o Como perder al amor de tu vida II
Al entrar me recibe lo que parecía ser un vigilante, guardían o cualquier otro sinónimo utilizado para describir a un tipo que supuestamente nos servirá de protección ante un posible atraco, pero que en el fondo todos sabemos que fueron contratados para abrir puertas.
Como siempre y para variar, tuve que hacer fila porque una señora llevaba su celular viejo, obsoleto y el cual parecía que se lo había prestado a sus hijos para usarlo como patineta en las calles de Colima, tardó como media hora en entender el concepto de "garantía" inventado por los economistas para vender cosas chafas y no tener remordimiento de conciencia...
Cuando al fin se dió cuenta de que no le darían un celular nuevo, amenazó con cambiarse de compañía, ja ja ja, Como si hubiera otra en Colima....
Al retirarse esta señora, me acerco al mostrador, y cual va siendo mi sorpresa al encontrarme con una mujer vestida de azul, con un gafette de telcel en la solapa, ella de aproximadamente 27 años, delgada, rubia, ojos grandes, mirada de ángel...
No miento, era una mujer como ninguna, el épitome de la mujer, unas manos delicadas, una nariz perfecta, -"Buenos Días" me dice ella, yo por supuesto me quedé como idiota contemplándola hasta que yo reaccioné y me dí cuenta de que ella tenía la mirada fija en mi, seguramente pensando que yo era un idiota, aún así tenía una mirada como no había visto nunca. -"No puedo enviar mensajes con mi celular" le dije yo, mientras que le daba mi celular nuevo en su mano....
Ella lo toma y lo mira extrañada, -"Este es de...Ahh, es de TELCEL, pensé que era de Iusacell" fué lo que mis oidos escuchaban pero en mi cabeza yo oía "Otro día, Otro Idiota que no sabe manejar un maldito celular"...
Mientras ella lo abría, lo cerraba, lo miraba por arriba y por abajo y le movía a toda la configuración yo la miraba tratando de encontrarle algún defecto, tratando de que mi mente racional funcionara y me regresara a la tierra, pero lo admito, no le encontré nada malo, no encontré una pizca de humanidad maltrecha en su persona, no encontré algo que pudiera yo justificar para no declararla objeto celestial.
Ahí fué donde comenzó todo, me dí cuenta de que ella no podría hacer nada para solucionar el problema y le tendría que dejar mi teléfono nuevo, y en determinado momento me preguntaría mi nombre para llenar la hoja de reporte y saber quién es el dueño de semejante objeto extraño llamado V600.
Comenzé a imaginar, a planear todo para ligar con este ser venido de otra dimensión, con esta mujer increíblemente hermosa, me va a preguntar mi nombre, me dije en mi pensamiento, y de ahí....
-"¿Cual es su nombre?"
-"X, ¿Y el tuyo?"
-"Claudia"
-"Tienes un bonito nombre, así le voy a poner a mi hija, cuando tenga" (Aqui ella sonríe)
-"¿Cual es el número de su teléfono?"
-"XXXXXX, pero no se lo digas a nadie, nada más tu me puedes hablar...." (Aqui ella sonríe)
-"Pero espero que mi hija salga igual de guapa que tu" (Aqui ella sonríe)
-"¿Otro teléfono donde pueda localizarlo?"
-"XXXXX, Oye ¿y no se encela tu novio porque le pides el teléfono a todo mundo?"
-"No, no tengo novio"
-"¡Oh!, ¿entonces no hay nadie que venga a pegarme por platicar contigo?"
-"No, nadie; Esta es su hoja de servicio, puede venir a recoger su teléfono mañana después de las 11 de la mañana, firme aquí por favor"
-"Oye, si no tienes nada que hacer mañana te invito a tomar un café"
-"Mmmm, ¿Mañana?, ¿Como a que hora?"
-"Como a las 8, yo te hablo para ponernos bien de acuerdo"
-"Está bien"
-"Que número tienes"
-"XXXXXXXXXX"
Para esto anoto su número en mi mano porque no traigo celular
-"Bueno, entonces mañana vengo después de las 11 de la mañana, aunque si no está ni modo, nada mas con verte vale la pena la venida...ahh, y no me voy a lavar la mano, Gracias"
-"De nada, Adiós"
-"Adiós"
En eso estaba cuando escucho su voz: -"¿Cual es su nombre?"
En ese momento me dió el síndrome que tenemos todos los Mexicanos, el síndrome de "Ya casi", el síndrome de fallar los penales en los mundiales, o de chocar en fórmula 1 justo frente a la meta, el síndrome de entrenar 4 años para las olimpiadas y al llegar hacer el ridículo, el síndrome Mexicano, ¡Malditos sean mis Genes Mexicanos!
-"X"
-"¿Cual es el número de su teléfono?"
-"XXXXXXXXXX"
-"¿Otro teléfono donde pueda localizarlo?"
-"XXXXXXX"
-"Esta es su hoja de servicio, puede venir a recoger su teléfono mañana después de las 11 de la mañana, firme aquí por favor"
-Gracias
-"De nada, Que le vaya Bien"
Me retiré a la puerta maldiciéndome a mi mismo y a mis genes por no haber hecho lo que había planeado, el tipo de la entrada me abre la puerta y me dice "Que le vaya bien", a lo cual yo pensé en 450 diferentes maneras groseras de responderle, pero estaba tan desanimado por lo que acababa de pasar que no lo hice... Si, así es, otra vez el síndrome Mexicano
Así que salí del edificio dándome cuenta de que sigo siendo tan mediocre como el 99.99% de la humanidad, que a pesar de todo lo que hago para separarme de la mugre sociedad, sigo siendo parte de ella y sigo compartiendo sus defectos...
Pero como siempre, quedaba la espezanza de volver al día siguiente a recoger mi teléfono...
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