¡Se Los Dije!

Siempre, en cualquier momento y circunstancia, todos queremos ganar, todos queremos que nuestra selección sea la ganadora o que avance hasta la final. Muchos se ponen la camiseta o compramos una para nuestros hijos o hermanos. “La selección nos representa y por eso nos reconocemos en ella por identidad, porque adquiere un patrón que lo imaginamos ideal aunque no lo sea”, explica a ELUNIVERSAL.com.mx el psicólogo social, Manuel González Navarro.

Necesitamos creer en alguien, es importante para la sociedad contar con héroes, reconoce. “La selección mexicana se constituye como un héroe y se cree que el seleccionado será el mejor equipo, el ordenado, el disciplinado y el exitoso”.

Para el investigador de la UAM Iztapalapa este espectáculo genera una condición de credibilidad del propio espectáculo.

“Al tricolor, le atribuimos virtudes que el resto de la sociedad no tenemos y en ese sentido a veces volamos, la inflamos y exageramos aunque no debemos descartar un elemento muy importante, la televisión y la publicidad que nos han hecho creer que la selección nos podía haber llevado al triunfo”.

El mexicano requiere de un patrón real, humanizado, objetivado que se representa en una persona ya sea en un futbolista, en un boxeador, o un artista, no en un académico o científico, sino en alguien que esté en el mundo del espectáculo y así nos podamos sentir representados y podamos mostrar lo que aparentemente somos o quisiéramos ser, agrega.

“Existe una idea de orgullo y de pertenencia y nos identificamos en la selección. En el caso de México parte de la historia de nuestro país se concentra en nuestra selección”.

El ser humano necesita creer en algo para darse certidumbre y para conseguir su propia identidad, no es un error es una necesidad, al creer en algo le damos sentido a nuestro propio mundo, precisa.

El sicólogo, abunda, "indudablemente necesitamos un héroe, gente que nos dé orgullo y necesitamos sentirnos representados en otros como guías, como celebridades y eso nos permite sentirnos orgullosos de una pertenencia, aflora el sentimiento por lo mexicano y crece en los momentos en que la selección va a disputar un partido. Sabemos que en el futbol no tenemos muchas habilidades pero, como vamos a competir en el Mundial, nos empeñamos en creer que nuestro equipo es bueno e incluso llegamos a imaginar que podríamos colarnos a la gran final, aunque un análisis objetivo demuestre que esto es muy difícil”.

La necesidad nos hace despegarnos del piso y pasamos a la ilusión, si México hubiera ganado a Argentina, el shock que tendríamos mañana sería tan grande que no acabaríamos de creérnoslo, añade.

Finalmente, el futbol, concluye el investigador, se trata de un deporte que cumple una función social y que ayuda a la sociedad.

El Universal