El PRD no sabe Matemáticas
Sergio Sarmiento
Reforma
27 de julio de 2006
"Yo soy el presidente de México por voluntad de la mayoría". Andrés Manuel López Obrador
Tengo la impresión de que al candidato presidencial de la alianza Por el Bien de Todos y a sus colaboradores no se les dan las matemáticas. Sólo así se entiende que en una entrevista al periodista Jorge Ramos de la cadena estadounidense de lengua española Univisión le haya dicho que es "presidente de México por voluntad de la mayoría". Esta misma falta de habilidad con las matemáticas puede explicar por qué Andrés Manuel y su gente han afirmado que reunieron a 1.1 millones de personas en el Zócalo el 16 de julio y que congregarán a cuando menos al doble este próximo domingo.
Durante su campaña electoral, López Obrador afirmó constantemente que tenía una misteriosa encuesta de opinión que lo ponía 10 puntos porcentuales arriba de su más cercano contendiente. Esto le habría dado una ventaja de más de 4 millones de votos sobre Felipe Calderón.
Sin embargo, el 2 de julio por la noche, el propio Andrés Manuel dijo que había ganado la elección no por 4 millones sino por sólo 500 mil votos, lo cual equivalía a poco más del 1 por ciento de los sufragios. La verdad es que perder 3.5 millones de votos en unos cuantos días habría sido un verdadero desastre político. Pero Andrés Manuel ni se inquietó ni ofreció explicación alguna. Quizá alguien había hecho mal las cuentas.
El problema es que ahora ni siquiera ese medio millón de votos de ventaja del 2 de julio aparece por ningún lado. La alianza Por el Bien de Todos seguramente tiene ya todas las actas de la elección en su poder. No se entiende por qué, para solucionar todas las dudas, sus colaboradores no presentan simplemente las actas que sumadas supuestamente le dan a López Obrador un triunfo por 500 mil votos en lugar de la derrota por 243 mil 934 votos que arrojan las actas que todos podemos consultar en la página de internet del IFE. ¿Será que a alguien no le salen las sumas? Y si las actas del PRD tienen cifras diferentes a las del IFE, ¿por qué no se dan a conocer las discrepancias acta por acta y la suma corregida?
Debe uno suponer que son las cifras de esas actas las que llevaron a López Obrador a autoproclamarse "presidente de México por voluntad de la mayoría" en su entrevista con Jorge Ramos. Hay que recordar que los perredistas han cuestionado que el IFE señale a Felipe Calderón como el "candidato ganador" o que Elba Esther Gordillo se refiera a él como "Presidente electo". Deben tener los miembros de este grupo, por lo tanto, una confianza absoluta en sus propias cifras y en el hecho de que éstas serán ratificadas por el Tribunal Electoral. Sólo así puede Andrés Manuel presentarse directamente como "presidente de México".
Ahora bien, ¿qué significa ser Presidente "por voluntad de la mayoría"? ¿Quiere decir que la mayoría de los 71.5 millones de ciudadanos empadronados votó por López Obrador? ¿Realmente podemos pensar que 36 millones de mexicanos, y no los 14.8 millones que dice el IFE, votaron por el perredista? O quizá Andrés Manuel se refiera a la mayoría de los 42 millones que votaron el 2 de julio, en cuyo caso debería haber obtenido 21.5 millones de votos. De todas maneras, las sumas tampoco cuadran: faltan 7 millones de votos para ello.
Tal vez lo que quiere decir López Obrador es algo distinto. Quizá ser presidente de México por "la voluntad de la mayoría" simplemente quiere decir que obtuvo "más votos" que Calderón. Lo que sea, incluso esto hay que demostrarlo de alguna manera. Y hasta ahora las sumas del PRD no cuadran.
Y por ello Andrés Manuel ha optado por "demostrar" su triunfo a base de grandes manifestaciones. En la del pasado 16 de julio nos dice que reunió a 1.1 millones de personas. Pero una vez más la suma parece equivocada.
La verdad es que según la información disponible, el Zócalo cuenta con una superficie de 34 mil 515 metros cuadrados. De ella, un 20 por ciento fue ocupado el 16 de julio por el templete y el camino que se dejó abierto en medio de la plaza para permitir el ingreso de los oradores. Esto significa que había unos 27 mil 612 metros cuadrados para los asistentes, que a cuatro personas por metro cuadrado nos da un total de 110 mil 448.
Vamos a suponer generosamente que, además de la gente en el Zócalo, se congregaron 80 mil personas en las calles de Madero, 16 de Septiembre, 5 de Mayo, 20 de Noviembre, Pino Suárez, 5 de Febrero (Norte y Sur) así como en el Hemiciclo a Juárez y en la torre del Caballito. Y seamos generosos una vez más y coloquemos a 40 mil más en el Paseo de la Reforma y en grupos que se retiraron antes de llegar al Zócalo. Aun así, si Pitágoras no me engaña, la suma es de 230 mil 448 personas y no de 1.1 millones.
En fin, parece que las matemáticas no se le dan ni a López Obrador ni a sus colaboradores. Hay que encontrar todavía dónde están esos 500 mil votos que le dieron la victoria el 2 de julio o esos 800 mil participantes en la manifestación del 16 de julio. Aunque quizá fueron estos manifestantes fantasma los que le dieron a Andrés Manuel el triunfo claro que hoy le permite autoproclamarse "presidente de México por voluntad de la mayoría".
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